8 de marzo de 2009

JEAN DE LA FONTAINE

Como poeta y moralista, es uno de los maestros de la época. En sus Fábulas (1668-1694) utilizó las estructuras de las fábulas morales de Esopo. Hizo las fábulas más famosas de los tiempos modernos, sus fábulas resaltan por su agilidad e ingenio narrativo como también por el amplio y sutil conocimiento que el autor tenía de la vida. Se destaca en ellas el uso de animales como personajes en una época de censura, le permitió dar rienda suelta a su ingenio, fantasía, humor, y observación de la debilidad humana.


LA HORMIGA Y LA CIGARRA


Cantó la cigarra durante todo el verano, retozó y descansó, y se ufanó de su arte, y al llegar el invierno se encontró sin nada: ni una mosca, ni un gusano.

Fue entonces a llorar su hambre a la hormiga vecina, pidiéndole que le prestara de su grano hasta la llegada de la próxima estación.

-- Te pagaré la deuda con sus intereses; -- le dijo --antes de la cosecha, te doy mi palabra.

Mas la hormiga no es nada generosa, y este es su menor defecto. Y le preguntó a la cigarra:

-- ¿ Qué hacías tú cuando el tiempo era cálido y bello ?

-- Cantaba noche y día libremente -- respondió la despreocupada cigarra.

-- ¿ Conque cantabas ? ¡ Me gusta tu frescura ! Pues entonces ponte ahora a bailar, amiga mía.

No pases tu tiempo dedicado sólo al placer. Trabaja, y guarda de tu cosecha para los momentos de escasez.



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